Monserrate en su oriental nos indica que cruzamos hacia el norte;
la cabeza sobre el vidrio y los ojos entre abiertos nos distraen
de las siluetas y luces en que se convierte la ciudad.
Esperan una comida caliente;
esa persona a quien estrechar,
las historias del día esperan a ser contadas.
Mi soledad me espera en ese espacio
llenado de simbolismos emocionales;
me espera la emperatriz de ese mundo,
ansiosa está porque llegue para nunca más sentirse sola en este día,
mi juguetona Trufa.
Estoy muy cansado para la comida,
jugare con mi pequeña hasta que el sueño me venza para el siguiente día.
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