martes, 15 de mayo de 2012

HASTA EL ALBA

Hasta la hora de la noche
en que el sueño es profundo
nos quedamos en el recinto  sin nombre


Hasta que la luz se encienda otra vez
es la prolongación de una nueva esperanza
antes del amanecer
antes de volver a la realidad de los oficios comunes
de los menesteres hacia los otros.


Una piedra cae al golpear el vidrio en la ventana.
La misma piedrecilla queda posada en la reja del umbral
Que habita aquel que quiso tenerlo todo en su juventud.

AAE


Anoche comprendí la palabra gratitud en otro de tantos contextos que yo mismo desconozco.

Aún así hay  cabida en mi vida para la ironía.

Es esa condición que caracteriza a los infelices
por ser sus propios mártires.